miércoles, 3 de diciembre de 2025

EL DOBLE SUELDO: ese dinero que no ha llegado, pero ya se fue

Por: Massiel Reyes-Lecont

Si existe un fenómeno digno de estudio científico en República Dominicana —además del tráfico de las 5:00 p. m. en la Kennedy— es el doble sueldo. Ese dinerito navideño que, por ley, todos deberíamos recibir… pero que, por alguna razón universal y misteriosa, se evapora antes de caer en la cuenta. “Tú lo ves venir”, dices tú. Pero no. Eso es un espejismo. 

Porque seamos sinceros: el doble sueldo es como ese tío que promete que va a ir a la cena familiar, pero nunca llega… y aun así tú guardas el pastel en hoja. Uno se emociona, hace planes, saca cuentas, pero cuando vienes a ver ya está comprometido con tres tandas de deudas, dos regalitos, un intercambio y una cena que todavía ni has olido.

Y ahí no quedan los fenómenos. Este año, los emprendedores también se sumaron a la tendencia nacional: gastar un dinero que no existe aún. Tú ves a la emprendedora diciendo: “Cuando entre el doble sueldo voy a comprar inventario nuevo”. Mi amor, ¿qué doble sueldo? Si tú eres tu propia jefa. ¿Quién te lo va a pagar? ¿El espíritu emprendedor Santo?

Y todavía más interesante: la gente jura que el doble sueldo viene “pesao este año”. ¡Sí, pesao de compromisos! Porque en noviembre tú lo sueñas, en diciembre tú lo esperas, pero a mediados del mes, y cuidao', tú estás como los memes: “Todavía no me ha pagado, pero ya debo cinco mil del doble sueldo”.

Mientras tanto, los bancos y las tarjetas de crédito están en su mejor época del año. Ellos sí están preparados para la Navidad. Ellos sí saben que tu doble sueldo no existe. De hecho, ellos trabajan bajo una premisa eterna: tu doble sueldo es nuestro. Lo tuyo es el recibo.

Y aun así, seguimos con el mismo ciclo:
—«Este año no me voy a volver loco gastando».
Ahí mismo suena un Black Friday, dos especiales, una rifa y un “por tiempo limitado”. Y tú, que eres fuerte y valiente, caes. Porque a veces uno no compra por necesidad… uno compra por deporte aunque al final terminemos todos preguntando lo mismo:

“¿Y en qué fue que se me fue el doble sueldo?”

Respuesta corta: en la vida.
Respuesta larga: en ser dominicano en diciembre.

Así que, si este año tu doble sueldo ya está gastado sin haber llegado, no te mortifiques. No estás solo. Estás en comunidad. En tradición. En patrimonio cultural inmaterial.

Porque, al final, el doble sueldo es eso:
Un mito real.
Un dinero imaginario.
Una esperanza económica con fecha de vencimiento.

Y aun así, ¡bendito sea! Porque aunque no lo veamos… todos, absolutamente TODOS, ya lo gastamos. O al menos ya tenemos pensado en que gastarlo.

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